"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos"   SURda

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08-11-2008

 

Por Gastón Grisoni (*) 

 

Efectos del cambio climático: un verano ardiente!!

 

 


En los próximos días el Poder Ejecutivo remitirá al Parlamento una Ley de Reparación Integral para las víctimas del Terrorismo de Estado. El proyecto aún no está finalizado. No conocemos incluso el contenido del mismo aunque han circulado extraoficialmente diferentes versiones que han generado un lógico nerviosismo y despertado una gran ansiedad. Se vive, se palpa. Me inquieta personalmente.

 

Lógicamente se pueden formular varias hipótesis que nos permiten anticipar varios escenarios posibles para las próximas semanas y meses venideros.

 

Primer escenario . El proyecto que remitirá el Poder Ejecutivo será una copia similar o mejorada del proyecto que presentó Crysol junto con el Dr. Oscar López Goldaracena hace ya 15 meses y que ha sido refrendado por muchas organizaciones de DDHH y sociales que representan diferentes universos de víctimas, incluso algunas que  cuando se refieren al proyecto no mencionan a su padre biológico: nuestro colectivo.

 

Este escenario es el más deseable y el más ambicionado. Sería el más sensato y razonable para acabar con la impunidad y sus secuelas. En este caso nuestro objetivo como colectivo que ha sido el motor de la lucha por esta ley sería promover una rápida e inmediata aprobación del mismo en el Parlamento. Personalmente creo, soy cascarudo viejo, difícil para Sagitario. No es lo más probable. Ojalá. Pero no es lo más probable.

 

Segundo escenario . El proyecto que remitirá el Poder Ejecutivo se aproxima bastante a nuestra propuesta. No recoge todas las propuestas y planteos pero lo podríamos considerar un proyecto esencialmente bueno para hacer justicia con las víctimas del Terrorismo de Estado.

 

En este caso nuestro objetivo como colectivo sería  llevar a cabo el trabajo de presentación de las propuestas necesarias para mejorarlo hacia nuestro modelo ideal durante el tratamiento parlamentario y lograr una rápida aprobación del mismo.

 

Tercer escenario . El proyecto que remitirá el Poder Ejecutivo propondrá algunos planteos importantes para avanzar en el camino de la justicia pero dista mucho de contemplar las lógicas expectativas y aspiraciones que a más de 23 años del regreso a la institucionalidad democrática tienen las víctimas y sus familiares directos.

 

En este caso nuestro objetivo debería ser desplegar un amplio, masivo y generalizado trabajo destinado a mejorarlo sustancialmente durante el tratamiento en cada una de las cámaras parlamentarias.

 

Cuarto escenario . El proyecto que remitirá el Poder Ejecutivo será francamente malo, casi una reiteración de lo ocurrido en los primeros meses del año 2007 lo cual llevó a que dicha iniciativa fuera ampliamente rechazada a nivel de toda la sociedad y naufragara.

 

La línea tarot?

 

Deberemos recurrir a la línea tarot para, superando la ansiedad y el nerviosismo por conocer el proyecto que será enviado al Parlamento, hacer previsiones que nos permitan realizar proyecciones para el trabajo venidero e ir tomando las previsiones que nos permitan incidir y gravitar en función de los intereses del colectivo?

 

Entre nosotros es un dicho común, casi una muletilla: somos cascarudos viejos. Ya sabemos, o deberíamos saberlo, que lo más probable es el tercer escenario. Y que deberíamos estar mentalizados para ello desde hace ya muchos meses en base a la experiencia acumulada de trabajo como colectivo en estos más de 8 años de existencia. Porque tampoco nacimos como organización hace unos meses.

 

De antemano descarto el escenario primero y el cuarto. Creo innecesario fundamentarlo, se cae por su propio peso.

 

El segundo también por la sencilla razón de que no ha habido por parte de la fuerza política una adecuada predisposición a interactuar y recepcionar planteos con las organizaciones sociales en general y especialmente con nuestra organización. Y otros factores extensos de enumerar, innecesariamente.

 

Por lo mismo, la sensatez y los años de vida, el sentido común, la información que hemos recogido en el contacto político, nos obligan a suponer que el tercer escenario es la opción más probable y que es necesario, por un sentido de responsabilidad por los intereses de miles de uruguayos y de uruguayas que dependerán de nuestro esfuerzo, ir adoptando las medidas necesarias. Para no acordarnos de Santa Bárbara solamente cuando truena.

 

Será una batalla de ideas .

 

La aprobación de la ley se hará en el Parlamento. El Poder Ejecutivo propone y el Legislativo adopta las decisiones negociando, a veces, con el Poder Ejecutivo.

 

El Parlamento ya lo sabemos es un ámbito esencialmente político, priman esencialmente los argumentos políticos a diferencia de lo que sucede en el ámbito judicial. Como colectivo deberemos aprontarnos para desplegar un intenso trabajo a nivel político, con todos y cada uno de sus integrantes defendiendo nuestro proyecto, el que presentamos hace ya 15 meses, políticamente, punto por punto, desarrollando ampliamente nuestra argumentación.

 

Este es el gran desafío. Aprontarnos para dar una amplia y extensa y convincente defensa de nuestro proyecto de ley, de sus grandes postulados, de su necesidad histórica para que haya justicia, para acabar con la cultura de la impunidad, para afirmar la convivencia democrática, los valores y la cultura de los derechos humanos, para saldar las cuentas pendientes con el pasado reciente. Para que avance la sociedad uruguaya también en este plano.

 

Una batalla en dos ámbitos diferentes .

 

El Parlamento se compone de dos cámaras. La de senadores y la de diputados. Todos los que participamos en la movilización llevada a cabo por la ley jubilatoria sabemos que son diferentes, por el número de integrantes que tiene cada una y por las características personales de quienes las integran.

 

La Cámara de Diputados es mucho más numerosa y sus integrantes son mucho más sensibles a la realidad diaria de la vida y de los problemas de la gente. Muchos de ellos pasan muchos días de la semana en sus departamentos de origen, en las capitales departamentales. La Cámara de Diputados, a diferencia de lo que ocurre en el Senado, cuenta con una comisión especializada en la temática de Derechos Humanos, con conocimiento extendido y profundo de la normativa internacional y americana en los diferentes aspectos.

 

Los senadores son, en general, conductores de sus organizaciones políticas, más preocupados por los grandes temas de la política nacional y alejados, a veces,  de la misma realidad diaria. Menos predispuestos, incluso, a conceder entrevistas. Ha sido más fácil muchas veces ser recibidos por los Ministros que por los Senadores.

 

El trabajo a desplegar, será distinto y adaptado a las particularidades de cada ámbito.

 

Un plan de trabajo para la batalla parlamentaria.

 

Tradicionalmente se ha dicho que la política es el arte de lo posible. Desde hace más de cuatro años, en nuestro colectivo, desde que comenzamos el trabajo práctico que condujo al logro de la ley jubilatoria, primó el concepto de que la política es el arte de hacer posible lo necesario para avanzar.

 

Es un concepto distinto, diferente, que apostó a definir un plan de trabajo de largo aliento, con una perspectiva de muchos meses por delante, sin facilismos ni ilusiones, sabiendo que no hay atajos para los triunfos políticos, que la inteligencia colectiva es la llave del éxito, que debe   apoyarse en la militancia diaria, gris y oscura de todos los días, para el logro de los objetivos.

 

Se basa en la unidad amplia de todas y de todos los ex presos políticos, de los que viven intesamente la militancia diaria y los que apoyan desde lejos, en la búsqueda permanente del consenso abarcativo e inclusivo en las decisiones abandonando los caprichos y puntos de vista personales en aras del trabajo colectivo. Presupone el fortalecimiento y desarrollo de la organización en todos los planos: institucional, financiero, instrumental y con gran apoyo masivo de todas y de todos, ganando la calle todas las veces que sea necesario. Sin movilización en todas las esferas no habrá resultados.

 

En Diciembre habrá elecciones.

 

Crysol es una organización seria y democrática. Sus dirigentes no son autodesignados sino elegidos por el colectivo en elecciones formales, convocadas públicamente con todas las garantías. Sus portavoces, quienes expresan las opiniones de la organización son representativos, cuentan con el aval de un colectivo amplio y numeroso que concurre a votar, a ejercer su derecho de elegir a sus representantes y dirigentes. Tienen por lo mismo credibilidad y sus opiniones deben o deberían ser seriamente tenidas en cuenta por el sistema político.

 

La actual directiva de Crysol, la que finaliza su mandato, fue elegida en diciembre del 2006 en un acto eleccionario en el cual concurrieron a votar más de 400 ex presas y ex presos políticos: en cifras redondas, más de 3.000 años de cana. Por lo menos.

 

De acuerdo al mandato estatutario, en el mes de diciembre, en la primera quincena y luego del 10º asado anual de fin de año, habrá que elegir una nueva Comisión Directiva para liderar a la organización.

 

Las elecciones se llevarán a cabo en plena movilización por la ley de reparación integral para las víctimas del Terrorismo de Estado durante su tratamiento parlamentario y casi sobre el inicio del receso de fin de año.

 

Deberá ser un gran hito democrático, de reafirmación de la organización, de Crysol, de sus postulados y de sus aspiraciones, de su propio proyecto, con una gran concurrencia de ex presas y de ex presos políticos.

 

Para los militantes diarios de la organización postularse para integrar la Comisión Directiva es casi una obligación política y moral aunque cada uno piense interiormente que no está en condiciones. No hay excusas, no es posible sacarle el cuerpo a la jeringa. Es sí o sí. Y que decidan los compañeros. Que elijan. Los únicos exonerados deberían ser, por el lógico cansancio, los actuales 8 integrantes de la Comisión Directiva que bastante remaron en los últimos dos años y que siempre son el chivo expiatorio fácil a falta de análisis político de las dificultades para avanzar con nuestros proyectos.

 

No hacernos ilusiones: no será una changa fácil.

 

Explícitamente desde el año 2003 Crysol viene movilizándose por una Ley de Reparación Integral y ello está documentado. Ha pasado mucha agua bajo los puentes. Ha habido una renovación de militancia y de Comisiones Directivas. Los hombres pasan y las instituciones sobreviven. Ha aumentado año a año el número de integrantes y cada vez somos más viejos y se nota. Disminuye sensiblemente, incluso, nuestro universo social.

 

La batalla que tenemos por delante no será fácil, ni sencilla, ni rápida. Hay que saberlo para no comernos la pastilla y no desmoralizarnos o inquietarnos ante el menor contratiempo. Habrá muchos. Habrá que dosificar adecuadamente las fuerzas, como hemos hecho hasta ahora y pensar, razonablemente que habrá alargue y hasta que intentarán vencernos por cansancio dada la edad de nuestro colectivo.

 

No se vencerá con ardientes y elocuentes discursos en los plenarios ni en nuestras asambleas. A los que habrá que convencer no concurren a los plenarios. Están en los ámbitos del sistema político, del partido de gobierno y de los que integran la oposición. En Montevideo y en todas las capitales departamentales y en los pueblos más pequeños.

 

La unidad de todas y de todos, la más amplia unidad de nuestro colectivo por encima de pequeñeces, priorizando el interés del colectivo, de los vivos y de los muertos cuya mochila portamos, la más dedicada militancia y movilización, la inteligencia y la claridad política, la movilización concertada en torno a un plan de trabajo de largo aliento para lograr la aprobación de una ley justa, sin exclusiones, sin mezquindades y su posterior y rápida implementación, crearán las condiciones del triunfo que la sociedad uruguaya precisa para alejarnos de las heridas siempre vivas del pasado reciente.

 

Confío en la sabiduría del colectivo.

 

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(*) Son opiniones de carácter personal y obviamente reflejan pura y exclusivamente  mis puntos de vista en los momentos en que estoy de acuerdo con ellos. Seguramente muchos no los compartirán  y no estarán de acuerdo. Están en su derecho. Debatiremos sin herirnos, discreparemos sin dividirnos y polemizaremos sin dejar de sentirnos siempre compañeros. Avanzaremos hacia la síntesis adecuada, colectivamente. Algunos, los muy menos, me atacarán personalmente. Me tiene sin cuidado. Llevo más de 20 años de casado y ya estoy curado de espanto.

 

 

 

 

 

 

 

 

   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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